¿Tu gato ya no es el mismo? Señales de demencia felina que no debes ignorar

El paso del tiempo afecta a todos, incluidos nuestros gatos. Con la edad, ellos pueden experimentar cambios en su forma de pensar parecidos a la demencia en humanos, conocida en el mundo felino como disfunción cognitiva. Este problema puede pasar desapercibido porque los gatos, por naturaleza, suelen guardar sus molestias. No obstante, reconocer estos cambios resulta fundamental para cuidar el bienestar de nuestros compañeros.
Cambios en los hábitos de sueño
Todos sabemos que a los gatos les encanta dormir. Sin embargo, cuando un gato mayor empieza a alterar radicalmente sus horarios de sueño, podría ser motivo de alerta. La disfunción cognitiva a veces hace que estos animales estén más activos de noche y se vean más somnolientos durante el día. Aunque estas variaciones no confirman de inmediato un problema neurológico –ya que también pueden deberse a otras condiciones de salud– es importante estar atentos.
Fíjate si tu gato se despierta varias veces en la noche o parece estar más apagado cuando debería estar activo. Estas modificaciones pueden afectar su día a día.
Confusión en casa
Otro indicador a tener en cuenta es la desorientación. Un gato que siempre se movió con soltura por su casa puede empezar a perderse incluso en un entorno familiar. Esto resulta desconcertante tanto para el peludo como para su dueño.
Por ejemplo, conozco el caso de un gato atigrado que comenzó a mostrar signos de confusión en su propio hogar. Aunque la pérdida de visión también puede provocar este comportamiento, si notas que la desorientación se mantiene, es buena idea considerar la posibilidad de disfunción cognitiva.
Menor interés en la vida social
Aunque se suele decir que los gatos son animales solitarios, muchos disfrutan de la compañía de sus dueños y otros animales. Si notas que tu gato ha perdido el entusiasmo por jugar, interactuar o buscar cariño, podría estar presentando un síntoma temprano de demencia.
Un estudio publicado en el Journal of Veterinary Behavior indicó que el 80% de los gatos diagnosticados con disfunción cognitiva mostraron una marcada disminución en sus interacciones sociales. Este cambio es una señal a tener en cuenta.
Modificaciones en el aseo
El cuidado personal es una de las señas de identidad de los gatos, conocidos por ser meticulosos aseadores. Por ello, cualquier variación notable en sus hábitos de acicalamiento merece atención. La disfunción cognitiva puede llevar a que dejen de asearse o, por el contrario, se limpien en exceso.
Aunque estos cambios también pueden asociarse a otros problemas, como enfermedades dentales o la artritis, no se deben pasar por alto como posibles señales de demencia.
Maullidos y vocalizaciones fuera de lo común
Si de repente tu gato comienza a emitir maullidos fuertes o aullar de forma inusual, puede ser otra pista de una alteración en sus capacidades cognitivas. Estas vocalizaciones, que suelen ocurrir en momentos poco habituales, pueden inquietar tanto al animal como a su familia.
Es importante observar este comportamiento y valorar si se relaciona con otros cambios en su actitud.
Irritabilidad o agresividad inesperada
Un cambio notorio en el carácter, como un gato normalmente cariñoso que empieza a mostrar irritabilidad o incluso a agredir sin motivo, puede estar relacionado con problemas cognitivos. La confusión y la desorientación a menudo generan malestar, lo que lleva al animal a reaccionar de manera distinta.
Si notas este tipo de comportamientos, es aconsejable prestar atención a lo que está pasando.
Ansiedad o nerviosismo creciente
A veces, los gatos con disfunción cognitiva pueden parecer más inquietos o ansiosos sin motivo aparente. Pueden mostrar signos de agitación y les cuesta relajarse o calmarse, lo que altera su bienestar general.
Este nerviosismo es algo que los dueños deben vigilar para asegurarse de que su mascota recibe el cuidado necesario.
Cambios en los hábitos alimenticios
Por último, si ves que tu gato cambia notablemente sus hábitos a la hora de comer –como perder el apetito o olvidar las comidas–, es una señal que no se debe ignorar. La alimentación correcta es vital para mantener la salud, especialmente en la tercera edad.
Detectar estos indicios tempranos no significa resignarse a ver disminuir el ánimo de tu gato, sino que es una oportunidad para adaptarte y ofrecerle la atención que necesita en esta etapa de su vida. La relación con tu mascota se construye día a día, basada en el cariño y la comprensión mutua ante los cambios que vienen con el tiempo.