Un gigante en el cosmos
Quipu es una estructura que rompe esquemas. Con una longitud de 1,3 mil millones de años luz y una masa estimada en 200 cuatrillones de masas solares, se impone como la mayor estructura jamás observada. Supera en tamaño y masa a otras formaciones conocidas, como los supercúmulos de galaxias Shapley y Laniakea, que hasta ahora eran considerados los mayores.
Esta comparación muestra que Quipu no solo es más grande, sino que se lleva el primer puesto entre las cinco superestructuras identificadas hasta la fecha. En el ambiente científico se comenta: “Pensábamos que habíamos localizado las grandes formaciones del universo con supercúmulos de galaxias como Shapley o Laniakea, pero Quipu ha llegado para llevarse todos los reflectores”.
Peculiaridades destacadas
El nombre Quipu recuerda al antiguo sistema inca de cuerdas con nudos para llevar registros, al igual que esta estructura se parece a una red gigante de galaxias enlazadas. En ella se concentra aproximadamente el 45% de los cúmulos de galaxias, alberga el 30% de las galaxias y contiene el 25% de toda la materia conocida, ocupando un notable 13% del volumen del universo.
Estas cifras hacen que Quipu sea una entidad física especial y un objeto de estudio muy interesante para entender cómo se reparte la materia a gran escala en el cosmos. Además, se sabe que existen otras cuatro superestructuras de tamaño similar en el universo conocido.
Repercusiones en la cosmología
La enorme masa de Quipu funciona como una potente lente gravitatoria, lo que distorsiona el espacio-tiempo y la luz que viene de galaxias lejanas. Esta distorsión complica las observaciones al alterar las imágenes captadas por los telescopios. Asimismo, podría modificar cálculos importantes para medir la expansión del universo, como la constante de Hubble.
Las consecuencias de este hallazgo abren la puerta a replantear teorías sobre la evolución y la edad del universo, y ponen en tela de juicio algunas ideas sobre su estructura a gran escala.
Un porvenir con incógnitas
Aunque, por el momento, estas superestructuras representan configuraciones transitorias que con el tiempo se fragmentarán en unidades más pequeñas, su estudio ofrece una oportunidad única para conocer mejor nuestro universo. Tal y como apuntan algunos expertos: “En la evolución futura del universo, estas superestructuras se romperán en varias unidades que acaban colapsando”.
Además, cabe el misterio de la llamada zona de evitación, una región del cielo oscurecida por el polvo galáctico, cerca de donde se encuentra Quipu. Este sector oculto podría esconder algo aún más impresionante detrás de lo que podemos observar hoy.
Este descubrimiento invita tanto a los científicos como al público a visualizar lo poco que sabemos del cosmos, animándonos a seguir descifrando sus secretos. Con cada nueva observación y hallazgo detrás del velo del polvo estelar, nos acercamos un poco más a desvelar los enigmas del universo.